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Desde el camino, tus ojos ya quedan asombrados al ver castillo dominado por sus vides. Deje su vehículo en el estacionamiento al aire libre y camine hasta el porche de entrada, luego al fondo del patio hasta la gran puerta del sótano.
La magia sucede desde los primeros segundos.
Imagínese en el corazón de un espacio preservado de 80 hectáreas compuesto de tierras, páramos, bosques y viñedos en laderas, atravesado por el río Baïse, donde se alzan un molino medieval y su torre fortificada. En este entorno bucólico y lleno de serenidad se desarrolla desde 1999 una encantadora historia familiar...
Vinos ecológicos y biodinámicos
Al frente de la finca, Carine y Hélène llevan a cabo todas las actividades propias de su profesión de “viticultores independientes”: cultivo de la vid, cosecha, vinificación y crianza de los vinos –en tinas, barricas y tinajas– y luego comercialización mediante circuitos cortos.
Certificados orgánicos desde 2010 y biodinámicos desde 2020, sus vinos de crianza están disponibles en tres gamas y tres colores, que resaltan terruños y añadas.
Ellos son los que mejor hablan de ello.
Entusiasmados y apasionados, desean compartir sus compromisos y su trabajo a lo largo de las temporadas en formato de visita "descubrimiento" o "exprés".
La (muy bonita) bodega de venta está abierta de lunes a sábado de 10 a 18 horas, incluye una zona de lectura y juegos para los más pequeños y acoge periódicamente exposiciones...
Una filosofía que se comparte
La importancia de los ciclos, el respeto por los seres vivos, la agricultura campesina, el amor por la tierra y la gastronomía, la autenticidad de los encuentros, los intercambios en torno al arte y las ideas... esto es lo que mueve a los viticultores y forma parte integrante de la identidad de Herrebouc.
