En el número 40 de la rue Dessoles, esta antigua mansión del siglo XVIII ha sido durante mucho tiempo la residencia del párroco.
Hoy y desde 2003, el segundo piso se ha transformado en una recepción de peregrinos a cargo de voluntarios.
Hay diez camas disponibles, dos baños y una cocina con acceso gratuito para sus comidas y desayuno (horno, nevera, cafetera, microondas).
La presentación de la credencial es fundamental para beneficiarse de la pernoctación.
La permanencia física se brinda todos los días de 15 a 17 horas (y de 17 a 19 horas por teléfono) de abril a octubre.
El precio de la noche se basa en el principio de "donativo".