Don Juan, “el novio del género humano”, raptó a Elvira de su convento, la sedujo y la abandonó. Ella lo persigue en vano mientras él ya se lanza hacia una nueva conquista, acompañado de su ayuda de cámara Sganarelle. Una tormenta lo arroja a una playa donde promete casarse con dos campesinas. Perseguido por los hermanos de Elvire, deberá huir de nuevo. Perdido en un bosque, incitará a la blasfemia a un pobre ermitaño, salvará a uno de los hermanos de Elvira de los bandidos e invitará a cenar la estatua de un comandante al que mató recientemente. Al regresar a casa, se deshace de su principal acreedor, rechaza insolentemente las advertencias de su padre, intenta de nuevo seducir a Elvira, que ha venido a pedirle que se arrepienta o tema la ira del cielo. Para su gran sorpresa, la estatua viene a cenar y lo invita a volver. Dom Juan anuncia a su padre que, tocado por la gracia, ha decidido cambiar de vida y de trabajo “para obtener del cielo la plena remisión de sus crímenes”. Dom Louis lo abandona, angustiado por la felicidad. Felicidad compartida por el ingenuo Sganarelle, a quien Dom Juan se apresura a desengañar con un largo y vibrante elogio de la hipocresía. Un “espectro en una mujer con velo” lo insta a arrepentirse por última vez. Él responde desenvainando la espada. Aparece la estatua del Comendador, quien, incriminando su "endurecimiento al pecado", le extiende la mano y lo arroja a las llamas del infierno. Al quedarse solo, Sganarelle lamenta la pérdida de su salario.
Todo público.
Fecha
Precios
| Tarifa | Min. | Max. |
|---|---|---|
| Por reserva | 10€ | |
| In situ | 12€ | |
| reducido - 18 años, solicitantes de empleo. | 8€ |